Ya sabemos que tenemos muchas opciones a la hora de darnos a conocer en el mundo online: un sitio web, un blog, un vlog, un podcast, un newsletter, perfiles de redes sociales, artículos para LinkedIn y Facebook, transmisiones en vivo por medio de Instagram Stories, Facebook Live, Snapchat, Periscope y un largo etcétera. Pero de esta lista, quizá los dos más atractivos (para trabajar la Marca Personal) sean los podcasts y los vlogs. Ambos nos permiten compartir contenido de manera refrescante, natural y dinámica donde, literalmente, le contamos en voz alta a nuestra audiencia lo que queremos compartir. Pero, ¿Cuál es mejor? ¿Cuál te dejaría mejores resultados? ¿Sabés de qué se trata cada técnica?
Un vlog es un espacio similar al de un blog (donde se cargar artículos, noticias y textos de diferentes géneros) pero con la diferencia que se utiliza para publicar videos, de ahí un juego de palabras entre blog y video: vlog. Yel podcast es un archivo de audio, tipo programa de radio, donde una persona (o varias) conversan sobre un tema (esta producción sonora puede tener una introducción grabada, música que lo caracterice, entre otras estrategias que hacen al branding).
Ambas opciones son muy útiles para generar contenido y capacitar e informar a nuestros followers sobre aquello que mejor sabemos hacer. Veamos algunas opciones, similitudes y diferencias entre una producción y otra.
El video es el futuro, hoy. Es posible que ya conozcas la estadística: los usuarios se detienen a ver los posts con video mucho más que aquellos con imágenes fijas o solo texto o audio.
En la actualidad, el 90% del contenido que se consume online es video.
Un punto importante es que Google es el dueño de Youtube, lo cual quiere decir que a la hora de aparecer en la búsqueda de Google, los videos de Youtube tienen prioridad por sobre cualquier otra plataforma.
Otra cifra: el 85% del público joven utiliza Youtube y lo prefieren por sobre la televisión por cable o satélite.
La Marca Personal hoy en día es algo muy visual. El podcast puede ser una herramienta más para impulsarla, pero el video podría ayudarte mucho más a mostrar ese producto o servicio que ofreces.

El tiempo: los podcasts son, por lo general, contenido bastante más largo que un vlog. Un podcast común puede durar de 30 a 45 minutos, algunos llegan al par de horas. Hoy en día la gente cuenta con poco tiempo, por esto, los videos -súper cortos- en plataformas como Instagram se han vuelto tan populares.
Si te decides por realizar estrategias que tengan entre sus tácticas un vlog, tené en cuenta que hay que ser conciso y mantener la duración del video entre cinco y diez minutos. Luego de este video “madre”, podés extraer videos cortos de 30 segundos para compartir en tus demás plataformas e invitar a tu audiencia a ver el video completo en tu canal.

Por otro lado, hacer vlogs es un poco más complicado que un podcast. Para hacer un buen vlog necesitas proyectar carisma, confianza y energía, lucir presentable (ya en otros posts te hemos hablado de la importancia de tu imagen para tu marca personal), tener un buen equipamiento y, al mismo tiempo, saber editar videos. También es una buena idea contratar a profesionales que tengan cámaras buenas y sepan editar. Grabar un podcast podría resultar más sencillo, pero debes de igual forma saber transmitir tu mensaje y tener conocimientos de grabación y edición.
YAPA! Al público le gusta ver lo que promete el título o la descripción del video, no cinco minutos de introducción para luego abordar el tema en cuestión. Si vas al grano desde el inicio, tu video será más preciso y el usuario se quedará mirando. Por el contrario, si das muchas vueltas al principio, el espectador simplemente se irá.
Una gran fortaleza del video es que te permite dar a conocer casi en su totalidad de qué se trata tu marca personal. Es mucho más fácil transmitir tu personalidad mediante un video porque la gente puede ver cómo eres, escucharte, tener una idea de tu presencia, ver qué ropa te gusta usar, el ambiente en que te desenvuelves y lo que desees mostrarles. Todo esto es mucho más fácil mediante un vlog que un podcast.
¿Más números? Es mucho más probable que un cliente haga una compra luego de ver un video, en un 75%. En este sentido es una herramienta mucho más útil que solo una foto, una descripción escrita o un podcast.
Pero si hay una desventaja del video, es que el receptor debe estar 100% atento a él para poder consumirlo como se debe. Es decir: no puede ir mirando un video mientras maneja, trabaja o pasea al perro, cosas que sí puede hacer mientras escucha un podcast.

Por último, quizá la ventaja principal del vlog es que puede servir ambos propósitos: ser vlog y ser podcast. ¿Cómo? Luego de grabar tu vlog, podes extraer el audio (hay herramientas gratuitas on-line que permiten extraer sólo el audio de un video y descargarlo en formato mp3) y compartirlo en la plataforma de tu preferencia, mientras haces lo mismo con el video. Como dice el dicho, matas dos pájaros de un tiro. Claro que si solo grabas audio puedes subirlo a Youtube o Facebook con una imagen que lo acompañe, pero ya no será un vlog.
En lo personal, considero que ambas opciones son válidas para crear y difundir. A la hora de saber qué hacer (si elegir solo una o ambas opciones), recomiendo estudiar bien a tu audiencia y saber en qué se interesan más: si audio o video (o el material que sea). Para esto, sugiero hacer encuestas -como las de Instagram- para recolectar info y brindarle a los followers lo que ellos quieren ¡Así aumentará el engagement!
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