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Linkedin es una herramienta fantástica para los profesionales, así como para mostrar tus trabajos e impulsar tu marca personal en busca de potenciales clientes o marcas afines. No es simplemente un lugar para colocar nuestro CV y esperar que nos encuentren, ni tampoco debemos utilizarla como un perfil de Facebook ¿Qué cosas debemos evitar a la hora de querer potenciar nuestra Marca Personal en LinkedIn y sacarle todo el provecho a esta plataforma? Veamos algunos pasos que nos pueden ayudar a la hora de optimizar la red social clave para quienes exhiben su trabajo a través de las redes:

Usar foto profesional: recordá que Linkedin es una plataforma profesional, así que una foto tuya en una fiesta o en la playa es más apta para otras redes sociales. Asegurate que la foto muestre tu cara y hombros (que no sea de cuerpo entero) y en la que tengas una expresión amigable. Un error en el que algunos caen seguido es no colocar ninguna foto, esto hace parecer que la persona tiene algo que esconder. Vivimos en un mundo visual y tu potencial cliente quiere verte y saber quién sos (volvemos a uno de los principios básicos de la marca personal: dar a conocer a la persona detrás de la marca).

Completar el perfil con info verdadera: un error muy común para obtener más vistas y más entrevistas laborales es aplicar información falsa sobre habilidades, preparación, estudios, etc. El tema es que es que el perfil de LinkedIn es público y todos tus contactos pueden verlo, así que si no sos completamente honesto, la gente lo sabrá. Además, que tarde o temprano las mentiras terminan cayendo.

Potenciar la redacción: no envíes invitaciones con el texto por defecto de Linkedin. Esto hace pensar a la gente que no quisiste tomarte el tiempo de escribir un pequeño mensaje personalizado en la invitación, así que ¿por qué deberían molestarte en aceptarla? Dales una buena razón, en especial si no te conocen. El desafío está en redactar mensajes breves, con la info justa y de la manera más atractiva y amena posible para captar nuevos contactos.

YAPA! No hagas uso y abuso de la opción de “agregar amigos”, salvo que de verdad seas amigo de la persona a la que vas a agregar. Es algo que no le agrada mucho a los profesionales de Linkedin a los que no conoces, y no querrán conectarse contigo.

Linkear el resto de tus redes: un buen paso es incluir los links de todas tus plataformas y mencionarlas. Mucha gente no sabe que esto se puede hacer en la sección “detalles de contacto”. Podés incluir hasta tres enlaces debajo del menú “Sitio web”. Incluí las marcas con las que trabajás o representás. También hay otra sección para incluir el enlace a tu cuenta de Twitter.

Completar todo tu perfil: Linkedin tiene una herramienta que te va guiando mientras rellenás tu perfil y te indica cuando el proceso está 100% completo. Lo más importante es el Resumen, tu Experiencia, tus Habilidades y Endorsements (avales) y tu Encabezado. Asegurate que sean ricos en palabras clave, porque estas aparecen en buscadores. Así que si querés que te encuentren, tomate el tiempo que sea necesario para encontrar esas palabras que se relacionan con tus intereses laborales. También podés elegir el orden en el que quieras que aparezcan.

Mantené tus publicaciones actualizadas: personaliza tus publicaciones de Linkedin. Mucha gente postea lo mismo en Facebook, Twitter, Linkedin y otras redes, en vez de adaptarlas a cada plataforma. A la gente no le gusta mucho ver menciones de Twitter (con el “@”) o #hashtags en actualizaciones de Linkedin, donde éstas no se aplican. Tomate unos minutos en personalizar (y pensar) tu post ¡Te va a dar mejores resultados!

Yapa 2! No utilices los grupos de Linkedin solo para colocar enlaces a tu sitio web o blog. Te pueden llegar a tachar de spam y no vas a poder volver a publicar en estos. Un grupo de Linkedin bien manejado es monitoreado minuciosamente y solo permitirá discusiones, preguntas y comentarios. Algunos te permitirán colocar enlaces a blog de otras personas, pero no al tuyo propio, ya que lo consideran “auto-promoción”.

No les envíes spam a tus contactos: no uses tu perfil de Linkedin como una herramienta de email marketing, spameando a tus contactos con noticias y eventos de tu marca o empresa. A la mayoría no les interesa y pueden tomar la decisión de eliminarte de su lista de contactos.

Saber a quién pedirle que publique una recomendación tuya: la persona que pase por tu perfil a dejar una recomendación (que seguramente otros verán cuando pasen por tu cuenta) tiene que ser aquella que realmente sepa a qué te dedicas y cómo trabajas. De lo contrario, la persona no sabrá bien qué decir y no vas a quedar conforme con lo que te envíen. Recordá que no se trata de la cantidad de recomendaciones sino de la calidad.

Avalar sólo a personas que conocés: En la red social azul y laboral, tenemos la opción de “avalar” (es decir, dejar asentado que sabemos cómo trabaja y que estamos conforme con su desempeño). En este sentido, no avales a personas que no conoces, al azar, solo para promocionarte o hacerte ver. Esto no solo devalúa el sistema de endorsements (aprobaciones/recomendaciones) de Linkedin, sino que puede jugarte en contra: porque la persona que la reciba puede pensar: ¿Por qué alguien que no me conoce me está avalando?

Person holding a Linkedin icon

Luego de chequear que hayas cumplido con los pasos y consejos antes mencionado, podés dejar pasar unas horas (para descansar la vista y la mente) y volver a revisar punto por punto tu perfil. Si quedaron espacios en blancos o mal completados, es momento de corregirlo (así como también navegar e investigar aún más la red social). Una vez que hayas terminado y actualizado todo el proceso, invitá a tus contactos de otras redes y plataformas a que visiten tu perfil, ya que es necesario que tengás contactos para poder llegar a nuevos colegas y profesionales y comenzar a abrir conversaciones ¿Te animás a accionar?